miércoles, febrero 28, 2007

Como me odio


Odio mi sonrisa,
intento mantenerla cuando veo que todo va salir mal.
Como odio mi voluntad,

se doblega ante las lágrimas de los demás.
Y como odio mis lágrimas,
son inútiles ante tanto dolor.
Pero sobretodo odio mi corazón,
por hacerme creer que hay amor,
todavía buenos amigos
y que con unas gotas de esperanza,
este mundo puede ser un gran sitio para vivir.

Etiquetas:

martes, agosto 01, 2006

La otra noche tuve un sueño

No fue un sueño habitual, ni tan si quiera se trató de un sueño bonito; era mas bien un sueño triste. No consigo acordarme de como empezó, recuerdo andar por un camino a tu encuentro, tú estabas sentada al pie de una fuente con la mirada perdida, al acercarme a ti sentí que algo te pasaba, te oía llorar y no sabia por qué. Intentaba hablarte, preguntarte que te sucedía, pero por más que intentaba articular palabra mi voz no salía.

Así que pensé que te sentías triste y por lo tanto si te regalaba algo que te hiciera ilusión estarías otra vez feliz. Te llené de regalos, cosas que te hicieran sonreír y te dije: “He aquí mi primer regalo”.

Te hubiese puesto el mundo a los pies si no hubiese sido por que vi que nada de eso conseguía calmar tu llanto. Me acerqué más a ti, puse mis manos en tus hombros y mi cara en tu pelo; la desesperación me consumía. No sabía que hacer, entonces decidí mirar a la fuente donde se perdía tu mirada, en ella se reflejaban las estrellas. Ojalá -pensé- pudiera bajarlas para ti y así lo hice.

Alcé mis manos hasta tocarlas con las puntas de mis dedos, me esforcé un poco más y atrapé unas cuantas, las bajé a tus pies y se transformaron en rosas. Te dije: “He aquí mi segundo regalo”.

Pero todo fue a peor, no parabas de llorar y yo no aguantaba ver ese dolor en tus ojos. Tan desesperado me sentía que me aparté de tu lado y alongándome al estanque fue cuando lo vi. Todo quedó claro, ahí en el reflejo no eran las estrellas lo que mirabas, yo también lo vi. Era cansancio, sufrimiento, dolor y lágrimas; era mi propio rostro, no llorabas por que fueras infeliz a mi lado sino por que no sentías que yo lo fuera al tuyo.

Entonces supe qué tenía que darte para calmar tu llanto: mi tiempo. Y así lo hice, te dije: ”He aquí mi tercer regalo”…

Viviré eternamente contigo, no sólo trataré hacerte feliz sino que siempre sepas lo feliz que tú me haces, porque al fin y al cabo eso es el amor.

Etiquetas:

viernes, junio 23, 2006

PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MÁS TRISTES ESTA NOCHE...

Puedo escribir los versos más tristes está noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo Neruda

miércoles, junio 21, 2006

Seguir durmiendo

Eres alguien muy especial
Eres esa persona con quien me gustaría compartirlo todo
Aquella a quien le entregaría lo que soy lo que tengo y lo que sueño

Tu eres mi ilusión mi meta y mi motivo
Y yo soy esa sombra que sigue tus pasos en silencio
Soy quien te escucha te mima y te cuida
El amigo al que miras a los ojos buscando un consejo y no vez lo que oculta dentro

Cuando estas a mi lado y siento tu presencia ahogo la llama que prende en mi cuerpo y cuando no estas lo enciende tu recuerdo

Cuando hablas canto, cuando callas sufro
Cuando lloras tiemblo, cuando ríes descanso
Cuando me tocas sueño, cuando me ignoras despierto
Me inquieto cuando te espero, cuando llegas enmudezco
Tu sola presencia me da vida, si te marchas muero

No se si algún día tu veras lo que yo veo
No se si quiera si deseo que suceda eso
No quiero que me quites mi fachada de amigo, mi mascara de compañero
Y descubras lo que guardo dentro
Y me digas que no te gusta lo que estas viendo, que me mires con desprecio y me robes mis sueños.
En mis sueños te beso cada día y si tú no quieres esos besos despierta…

No me digas nada
No me expliques nada
No me des razones

Haz una sola cosa déjame seguir durmiendo....

Etiquetas:

martes, junio 20, 2006

Amiga


Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.

Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.
Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.
Cristal ¡Espejo, nunca!

Pedro Salinas